domingo, enero 30, 2011

LA BERRAQUERA DE LA VIDA (III)

Periódicamente hacen "limpiar" este lote, seguramente para imponer orden donde el zapallo (Cucurbita maxima) y otras especies han introducido el caos: el desorden de la biodiversidad y del color. En diciembre de 2008 ya había escrito por primera vez sobre ese lote, destacando la manera como la vida echa raíces en un territorio determinado. Y en marzo de 2009 volví a escribir, luego de que la cobertura vegetal del lote hubiera sido casi totalmente arrasada.
Aquí los únicos diseñadores han sido el tiempo y el caos
Paso con frecuencia por allí, entre otras razones para recargar la batería de la esperanza; para reafirmar mi confianza en la berraquera de la vida; en el poder imparable de la vida. Mi optimismo depende de mi confianza un poco irracional, en que los seres vivos tenemos unas enormes ganas de vivir, lo cual me permite pensar que, más allá de toda la brutalidad humana, ese impulso vital del cual los seres humanos (al igual que el zapallo y que los demás seres que conformamos la biosfera) somos una expresión.
Mientras subo estas fotos, que tomé esta mañana (hoy en que completo 57 vueltas alrededor del Sol), veo las noticias que dan cuenta de los cerca de 900 muertos en Brasil con motivo de la temporada invernal; de los más de 100 muertos en Egipto durante el levantamiento contra Mubarak; de los complejos efectos que ha dejado La Niña en la costa Caribe y en otras regiones del país; del armamentismo (con armas blancas y pequeñas armas de fuego) en varios barrios de Colombia, y del armamanetismo con armas nucleares de las grandes potencias y de las potencias emergentes; de la creciente criminalidad en México y de otros países del mundo. Hablan también los noticieros de una mujer campesina y de su hija pequeña, heridas por una mina antipersonal en San José de Guaviare, Colombia. Recordemos que tenemos el lamentable record de ser el país más contaminado del mundo con este tipo de armas infames.
No dejo de preguntarme si los gobernantes del mundo serán tan estúpidos como para conmemorar el centenario de la "Guerra del 14" (o Primera Guerra Mundial) con una nueva Guerra Mundial. Otra "Guerra del 14", pero esta vez del 2014. Las tensiones entre las potencias, más graves por el poder de sus respectivas monedas que por competencia de recursos y problemas del "mundo real", pero también las tensiones crecientes en un mundo con 7 mil millones de habitantes y en el cual el planeta mismo ha comenzado a protestar, podrían poner fin a esos precarios acuerdos de conviencia entre las potencias del mundo que llamamos rimbombantemente "la paz".
Así había quedado este lote en Marzo de 2009. Como se ve en la foto de arriba, la vida lo recuperó
Hace algunos días, ante reflexiones como esta, me inventé la palabra "miergüenza", una mezcla de miedo y de vergüenza, los dos sentimientos simultáneos que despiertan en mí estas realidades humanas.
Pero sé también que el antídoto contra la "miergüenza" está en la vida misma y en esas ganas de vivir que le permitieron surgir en este planeta hace cerca de 5 mil millones de años.
Esa berraquera de la vida está presente allí, en nosotros mismos, en nuestra vilipendiada animalidad y en nuestra vegetalidad y en nuestra mineralidad... como también en los aspectos en que la razón humana no se ha separado totalmente de nuestra condición de seres que consideramos y sentimos realmente que la vida es sagrada, y que al único poder al que le rendimos reverencia es al poder del Amor.
Por el deber y el derecho al libre desarrollo de nuestra vegetalidad y de nuestra mineralidad: un ejemplo, aquí en la localidad de Santa Fé.
Por el deber y el derecho al libre desarrollo de nuestra animalidad.
Al hambre de la vida... no hay alambre que la ataje. Quién pensaría que una mata de zapallo se puede enamorar de un alambre de púas.


Este tallo de zapallo convenció al alambre de púas de que se uniera a su causa y a su bando.
La cotidiana explosión de vida en el Diente de León
Eso que se llama "gestión del riesgo" no es otra cosa que el arte de liberar eficazmente las fuerzas de la vida y de facilitar las condiciones para que fluyan con normalidad, de manera que ellas mismas se hagan cargo del proceso de sanación del organismo que enfrenta una crisis actual o potencial, ya sea un individuo, un territorio completo, un ecosistema o una comunidad.

4 Comments:

Blogger Jaime Bonilla said...

Ya son 57 vueltas, Gustavo, y aunque alguna vez casi le grito al conductor: pare, hermano, que aquí me bajo yo!, la berraquera de la vida todavía me tiene comentando las notas chéveres de un amigazo.
Recibe un abrazo.
Jaime Bonilla

8:25 p.m.  
Anonymous Charo Batlle said...

Qué fotos y qué espléndidas reflexiones, Gustavo... Te sigo en la distancia, aunque a finales de este mes tendré el placer y el honor de compartir trabajo en Medellín, Bucaramanga, Popayán, Cali...

4:03 a.m.  
Blogger Eri said...

Gustavo te cuento que tome la foto de la mata de zapallo con el alambre y la puse en mi perfil de facebook. Gracias por transmitirme la berraquera de la vida.

5:11 p.m.  
Blogger Eri said...

Gustavo te cuento que tome la foto de la mata de zapallo y la puse en mi perfil de facebook. Gracias por transmitirme la berraquera de la vida.

5:12 p.m.  

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